El bloque segundo, breve y sugerente, está compuesto por tres poemas históricos: romances decimosexto, decimoséptimo y decimoctavo, que sirven al poeta para dar, en pinceladas sueltas, su versión agitanada de unos cuadros histórico-legendario En ‘Romancero Gitano’ Lorca mezcla sabiamente rasgos de raíz clásica con elementos vanguardistas. Por un lado, recoge la tradición de los romanceros españoles, comenzando sus poemas ‘in media res’ y dejando un final abierto o inacabado en muchas ocasiones, haciendo uso del narrador para sus descripciones y dando voz a los personajes, con diálogos de estilo directo que no están introducidos por verba dicendi. En esta misma dirección hacia lo clásico debemos destacar las múltiples anáforas, repeticiones y formas paralelísticas que inundan todo el poemario, así como el tema y las maneras, muy populares o tradicionales, al igual que la simbología: el caballo como paradigma de la pasión, la luna (que aparece 218 veces) como alegoría de la muerte o el uso de la flora, como las rosas o las siemprevivas como símbolos de la sangre y la muerte, respectivamente. En cuanto a lo vanguardista, destaca sobre todo su sin par uso de la metáfora como base de la imagen, elemento principal de todos los poemas. Todo ello da como resultado un romancero del siglo XX, uniendo los romances tradicionales y del Siglo de Oro (sobre todo de su admirado Góngora) con las rompedoras vanguardias de comienzos de siglo.
En ‘Romancero Gitano’ Lorca mezcla sabiamente rasgos de raíz clásica con elementos vanguardistas. Por un lado, recoge la tradición de los romanceros españoles, comenzando sus poemas ‘in media res’ y dejando un final abierto o inacabado en muchas ocasiones, haciendo uso del narrador para sus descripciones y dando voz a los personajes, con diálogos de estilo directo que no están introducidos por verba dicendi. En esta misma dirección hacia lo clásico debemos destacar las múltiples anáforas, repeticiones y formas paralelísticas que inundan todo el poemario, así como el tema y las maneras, muy populares o tradicionales, al igual que la simbología: el caballo como paradigma de la pasión, la luna (que aparece 218 veces) como alegoría de la muerte o el uso de la flora, como las rosas o las siemprevivas como símbolos de la sangre y la muerte, respectivamente. En cuanto a lo vanguardista, destaca sobre todo su sin par uso de la metáfora como base de la imagen, elemento principal de todos los poemas. Todo ello da como resultado un romancero del siglo XX, uniendo los romances tradicionales y del Siglo de Oro (sobre todo de su admirado Góngora) con las rompedoras vanguardias de comienzos de siglo.
En ‘Romancero Gitano’ Lorca mezcla sabiamente rasgos de raíz clásica con elementos vanguardistas. Por un lado, recoge la tradición de los romanceros españoles, comenzando sus poemas ‘in media res’ y dejando un final abierto o inacabado en muchas ocasiones, haciendo uso del narrador para sus descripciones y dando voz a los personajes, con diálogos de estilo directo que no están introducidos por verba dicendi. En esta misma dirección hacia lo clásico debemos destacar las múltiples anáforas, repeticiones y formas paralelísticas que inundan todo el poemario, así como el tema y las maneras, muy populares o tradicionales, al igual que la simbología: el caballo como paradigma de la pasión, la luna (que aparece 218 veces) como alegoría de la muerte o el uso de la flora, como las rosas o las siemprevivas como símbolos de la sangre y la muerte, respectivamente. En cuanto a lo vanguardista, destaca sobre todo su sin par uso de la metáfora como base de la imagen, elemento principal de todos los poemas. Todo ello da como resultado un romancero del siglo XX, uniendo los romances tradicionales y del Siglo de Oro (sobre todo de su admirado Góngora) con las rompedoras vanguardias de comienzos de siglo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario